Poema mío inédito

Las rosas de ébano por Eduardo Valdivia Sanz

Las piernas de azul pueblan mi jardín,
aparecen entre el calor de la tarde y el aire pesado que no puedo respirar,
esos labios carnosos me tocan con su furia y sus lenguas de hendidura;
sus bocas sedientas raspan mi piel bebiendo mi azúcar de plomo,
al tanto que un sopor de estepa invade mi nariz;
mi alma estalla cual trozo de eccema y de fuegos de papel,
sus curvas son unos laberintos en mi espalda de poseso,
maniatados están sus hombros en mi torre de los tormentos,
el potro y la mordaza son nuestro secreto en esta tarde de muerte,
mis diosas danzan en sus pelambres de opereta,
con marfiles y con largos serpigos que no paran de sangrar,
allí entre las blasfemias de nuestros cuerpos talabarteros,
hago cábalas a la estrella de las cinco puntas
que muere en las dunas de una Lilith tan llena de leche de mujer,
entonces,
sus cuadros de Brueghel son una pelusa de mandrágora,
cuales gritos que golpean a mis sienes desleales ,
y las luces de sus dientes parpadean en mi cuello,
haciéndome lanzar al abismo de sus rosas,
su vicio explora mi lengua y yo pido a Cronos que me regale la eternidad,
no quiero apartar mis labios de su rabia,
no quiero dejar de sorber entre sus piernas.


Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares