Poesía Indie


El hijo no deseado
Por Eduardo Valdivia Sanz


Corazón tonto,
atrapado en negar la carne,
me arrastro por fiestas extrañas,
me he puesto unos tacos altos
me he pintado la boca.
Me miran en el paradero de buses,
no se atreven,
tienen miedo de mi figura,
de esa ambivalencia que no logran definir,
me río de sus mentiras, de su farsa,
de sus mujeres gordas;
soy efímero lo sé,
mi belleza será un pergamino,
me convertiré en un remedo de mí mismo;
pero hoy gozo y tengo amantes,
ellos me besan los pies,
me dicen palabras de amor
que no les creo;
me gusta mi cintura bruñida,
la esbeltez de mis manos
resaltando esas uñas perfectas,
esas pantorrillas de hembra
que muchas mujeres me envidian;
corazón loco, corazón tonto,
mi piel se estira en mi fantasía de lentejuelas.

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