Poesía Indie


El Señor me ha salvado
Por Eduardo Valdivia Sanz


El Señor me ha salvado
tendió un puente
en el profundo abismo,
tuvo compasión de mis heridas
de mi hambre, de mi angustia azul,
cubrió con su manto mi cuerpo,
con su aliento fortaleció la luz de mis ojos,
apartó con su brazo la furia de mis enemigos.
Si viviera mil años
en todos los días del viento de fuego
agradeceré su gloria.
El Señor me ha salvado
ungió mi frente con aceite
me invitó a su tienda
en medio del desierto,
me dio menta y pan sin levadura,
me tendió una manta en el frío de la madrugada,
me trató como hijo,
me invitó dátiles
y me mostró el libro sagrado,
sus visires me abrieron el reino escondido
y me dieron la llave de todos los torreones.
El Señor me ha salvado,
me dio su hacienda
y me enseñó a sus hijas,
escoge la que gustes,
ella será tu mujer,
te dará hijos fuertes y de ojos sabios.
El Señor me ha salvado
envió a sus mensajeros,
a sus carros guerreros
y a sus mejores generales,
peleó a mi lado con su fuego sagrado,
vi arder los cielos en las calles de lodo,
purificó mi interior con la espada
y su palabra,
me mostró la ruta del hombre descalzo,
del mendigo,
del náufrago en la total abundancia.
El Señor me ha salvado.

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