Poesía Indie


La niña fantasma
Por Eduardo Valdivia Sanz

Una niña golondrina levanta el vuelo y guarda una moneda.
Su canto se apresura comprobando si llueve en agosto.
Pero las calles que rodean sus hermosos hombros están vacías.
Ya no tiene milagros, ya no hay favores en las velas del santo.
Maestros y padres han sido borrados de su mirada.
Tocamientos sin remordimiento
han borrado la risa torva
en la puerta de su niñez.
Los hombres han regado su placer con cocos y clarito
han echado jugo de limón en sus pechos,
han falsificado su risa
con colorete de mujer viciosa.
Constantemente, los que ahora pagan
tienen hongos en las uñas
buscan el hotel y el cántaro de las mordazas.

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