El poema del día de hoy




Donde se pierden todos los caminos

Por Paal Brekke


El hombre que asesinó el martes

¿era el asesino del lunes?

Y si se despierta el miércoles frente a una ventana gris

y la niebla vagando solitaria a través de él

¿quién es ahora?

¿el hombre de ayer?

Cuando la piedra levantó su mano para golpear

o el que era anteayer

quién

cuando fue anteayer.

Recuerda él la luz de la lámpara del piano

y las manos sobre las teclas

sí, Hãndel.

Y una pesada piedra gris, crujiente

mira fijamente hacia adentro

donde viejos puntos de referencia se disuelven en la niebla

modifican su forma y cambian de sitio

y él mira esas manos

¡de quién son!

una piedra que ellas lanzan a un malecón

o Hãndel, Hãndel

que se ha levantado del piano

sin mirarlo a él

deja que la puerta vuelva a cerrarse

y sólo quedan las manos

usadas prestadas

como perros callejeros están

por ahí aullando en un páramo desierto

hacia el jueves viernes.

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