Poesía Indie
El deseo no basta para besar tus labios
Por Eduardo Valdivia Sanz
La ciudad está azul,
y no rozas mi alma,
no lanzas perfumes,
llueve y el ozono invade el espacio,
salgo al zaguán y ensayo conjuros,
pienso en la noche y en la luna que cae;
no fragües juegos de alabastros
en el cuero marchito,
no hay averno sin Caronte,
ni moneda sin dos lados;
incompleto, perdido,
hastiado en la cárcel de la piel;
sí gentil dama del marco de la sangre,
preguntas y no respondo,
así
escucho tu voz en una cascada distante;
soy culpable del juego de tus manos,
tú y yo sin disfraces;
busco tu forma en mares desconocidos,
y muero en otros puertos,
mi carne se curte,
un ser de aire roba mi alma,
tira de mi piel;
expuesto estoy cual mármol de la noche,
soy un ángel ecuestre
o una aventura devenida en deseo.
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