Poesía Indie


Para mi hija Ema
Por Eduardo Valdivia Sanz

Mi amor, mi pequeña niña,
duerme mi amor;
Duerme en mis brazos
mientras la luna alarga sus dedos para tejerte
una corona de estrellas plata;
Duerme Ema,
cabalga en Pegaso y atraviesa universos púrpura
en la quinta luna de Saturno y Venus;
Ema, princesa mágica, adoro los pétalos de tu piel
y la curva Samarcanda de tu frente de arena,
extasiado oigo tu llanto
y contemplo tus ojos negro noche,
me recuerdan los días del sol naranja
cuando bauticé tu alma con el sello de los hijos de la luz eterna;
Cada respiro que exhalas en tu habitación repleta de osos de peluche
me recuerda el suave viento de los cerros de Marcavelica;
La ciudad que odio ha cesado su llanto fúnebre
y en cada esquina veo dibujado tu rostro;
Duerme, mi amor,
llévame a tu mundo de cascadas de aguas cristalinas
y verdes prados;
Cura mis heridas con tus ronquidos frambuesa;
Eres mi ángel, mi torre de marfil,
mi corazón palpitante.

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