Poesía Indie



No quiero ser un gusano
Por Eduardo Valdivia Sanz


La otra mañana en la puerta de mi casa
vi el horror de la existencia;
un gusano blanco se retorcía en el suelo,
unas hormigas negras
intentaban llevárselo al escondite;
era verano hacía calor,
el gusano salió a pasear las hormigas también,
todo indicaba que sus tiranos reclamaban por comida,
trofeos para las cuevas,
algo de proteínas y aminoácidos,
nada difícil todo simple,
era tiempo de recolección;
esa mañana creí ser un semidiós,
debí haberlos matado para quitar
el mal sabor de la boca.

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