Poesía Indie

El beso del bute

Por Eduardo Valdivia Sanz

Sus ojos de langosta

han secado tu lengua,

tu mano y la mitad de tu rostro,

el lodo de tus palabras ha llegado a tu puerta,

ha abierto esas úlceras sangrantes,

que ahora pretendes ocultar con joyas de plata;

en cada hechizo negro de tu envidia,

nadie escapa de su traición,

los conjuros de la gente de campo

han perdido tus pasos,

creyendo que el bute jamás mordería tu espalda,

pues mira tú,

se metió por tu nariz

y en cada bocado que engullías con soberbia,

la rueda de las maldades nunca olvida al agresor,

al rastrero que complota

entre los demonios de ojos con eccema ,

no podrás esconderte de su sombra de garfios,

buscará tus pasos en tus sueños,

por las mañanas y tras los muros de tus mentiras;

si el ejercicio de la maldad es tu placer,

que esperas de las caricias del carcelero,

el infierno es acostarse con la gente que aborreces,

¿no lo recuerdas?

no fue motivo de burla la misericordia

del samaritano,

en tu estupidez vendiste cada sueño blanco

sin el menor reparo,

tus palabras fueron huecas

cuales trampas de los espejismos,

y creíste salirte con la tuya

en cada semilla de veneno

que sembraste en el viento,

ya lo viste en tu carne

el bute jamás olvida a su presa.