Poesía Indie



La hembra del laberinto
Por Eduardo Valdivia Sanz

Padre voy a matarte
eres un tirano, un puerco
y tienes siempre a Sancho junto a ti,
padre voy a derribar a Mitra,
voy a extirpar tus rituales
revelaré tu rostro hueco, vacío,
eres un sordo, ciego, mudo,
eres una figura que traes dolor,
padre voy a matarte,
no harás ablaciones a mi cuerpo,
no cortarás mi llave de placer,
ninguna comadrona tocará a Venus,
no me casaré con nadie que me impongas,
no eres mi dueño,
soy mujer del desierto soy libre,
aborrezco tu figura de patriarca,
no seguiré al profeta,
ni peregrinaré en pos de una roca,
de dinero, de un hogar;
por milenios has dominado,
has humillado,
me has tratado como polvo,
como barro que moldeas a tu placer;
no voy a aceptar tus golpes ni tu mordaza,
no tengo que bailar por ti,
no soy caderas, piernas, tetas;
mis ojos son grandes,
mi sabiduría es infinita,
soy la madre de todos los hombres;
no soy tu costilla, tu sombra, tu rabona;
no soy tu mujerzuela,
ni soy Magdalena, ni María;
baja de la torre;
lleva en tu cuerpo la vida,
arráncate el prepucio
arrójalo al viento y prueba mi fruta;
no es para ti,
padre,
no es para mis hermanos, ni tíos, ni primos;
no soy una muñeca de plástico,
un cuerpo hinchado,
una vulva de pies de barro;
si quieres mi frente,
te arrancarás tu orgullo
y así verás mi alma, mi palma
que clama por justicia,
por venganza,
si no entiendes mi llanto,
te sacaré el aire y en tu tumba
bailaré una barcarola con una pandereta,
en la plaza del pueblo impondré la guillotina,
correrá la sangre, rodará tu cabeza
y esa señora gorda a la que llamas madre,
se levantará el fuste gritando
libertad libertad libertad.

Comentarios

Entradas populares