Poesía Independiente
Corona de Embudo
Por Eduardo Valdivia Sanz
Ay Jeannette he dicho otra vez tu nombre
y me supo a blasfemia,
ay mujer he dibujado el anillo
y he hallado la respuesta,
en todos los pasos iba a morir
en todas las risas iba a perder,
hoy es tarde y mi garganta es un tejido de alambre,
en ese fuego que sale de mi mirada
o la pierna que regala cuchilladas,
nada me extraña en esta isla de ángeles de negro,
me acerqué a la fuente
y vi el remolino,
el dios de los alabastros era tu rey con una corona de embudo,
una pintura de mentiras envuelta en la luz del día,
una balanza rota en la luna de tu frente,
allí lo supe,
tú eras una psicópata y yo un neurótico.
Por Eduardo Valdivia Sanz
Ay Jeannette he dicho otra vez tu nombre
y me supo a blasfemia,
ay mujer he dibujado el anillo
y he hallado la respuesta,
en todos los pasos iba a morir
en todas las risas iba a perder,
hoy es tarde y mi garganta es un tejido de alambre,
en ese fuego que sale de mi mirada
o la pierna que regala cuchilladas,
nada me extraña en esta isla de ángeles de negro,
me acerqué a la fuente
y vi el remolino,
el dios de los alabastros era tu rey con una corona de embudo,
una pintura de mentiras envuelta en la luz del día,
una balanza rota en la luna de tu frente,
allí lo supe,
tú eras una psicópata y yo un neurótico.
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