Poesía de bares


Muriendo cerca de San Sebastián
Por Eduardo Valdivia Sanz

En las casas sin gente
el polvo se acumula
las paredes se marchitan
decayendo los pasos,
las tardes son de naranja
en la fotos de las manos,
el nudo de la garganta es un estante de recuerdos,
de bares,
de conversaciones de libros,
y una vez más preguntas
qué tan bueno fue conocer,
intercambiar bastones de ciego,
darnos aliento en una ciudad que mata su pasado,
que reniega de ir vestido de prosa,
dónde termina ese juego de esconderse tras las palabras,
sabiendo que afuera el mundo corre,
corre,
acercando la hora del cruce de los caminos,
y tú más solo que antes
más viejo en la piel,
creyendo,
creyendo que en esta noche todo debe terminar.

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