Poesía Indie

Es inútil pintar el aire
Por Eduardo Valdivia Sanz

Intento una conversación sin voces,
ruedo entre las hojas de la ventisca,
danzo en el tiempo de tus manos,
y veo el parque,
tu falda blanca,
tu piel bronceada,
qué negro era tu cabello,
mis deseos surgían de la nada
y cosechaba todas las lágrimas;
partías mi alma,
en cada suspiro de tus ojos;
el calor era mi conjuro
y no quería avanzar ni un paso,
nada te detiene lo sé,
he recorrido todos tus puertos
y conocí cada rincón de tu ser,
jamás encontré el fondo,
salvo aíre,
vapores de ilusión,
imágenes desencajadas,
remolinos en un mundo sin ocasos;
tu ilusión se parecía tanto a los alambres de púas,
pero tu puerta era un jardín apacible,
cómo los espejismos pueden invadir tanto la piel,
cómo es tan doble tu rostro,
tan inmutable y calmo,
tan oscuro y frío,
fuiste una noche sin estrellas,
fuiste una tarde con cinco soles de rojo, de azul y amarillo,
un cielo y una caricia de domingo,
más tarde conocí las rocas,
las paredes de los cristales,
el dolor inacabable,
escondido en los cigarros;
todavía retengo tus labios mordiéndose,
las ventanas tapiadas,
tu furia por las mañanas,
tu conversación sin sentido
de zapatos y pulseras,
sabrás siempre tuviste el alma de loca,
no de puta,
las putas se entregan al placer,
a la furia de las manos,
a los dardos de piedra,
tú dabas vueltas antes de caer y gritar,
antes de morir pidiendo más.

Comentarios

Entradas populares