Poesía Independiente


Para Amelia
Por Eduardo Valdivia Sanz

El cansancio golpea al igual que el beso de una ola cuando toca la arena;
desde los muros del malecón el mar parece una navaja de cristales,
el alma de Amelia dibuja gorriones en el aire y ella cree ser el ángel del calabozo,
diez años han pasado desde la primera muerte,
en que el viento amargo trajo el perfume de un amor de duermevelas,
ahora que el tiempo es un dado de un espejo
ella cree que los escaramujos son trampas en la ciudad de los cerros de las perlas,
sí dice ella dibujando llamaradas,
cómo me pude engañar con los brillos de las sombras,
todas las ciudades son iguales, el infierno está en la carne.

Comentarios

Entradas populares