Poesía Independiente


La mar
Por Eduardo Valdivia Sanz


Billie Joe recorre las anegadas calles de Phi Phi Don,
es lo que siempre soñó,
fuego en el aire, y agua que cae del cielo,
el viaje valió, y trabajar doble turno;
busca una sombra,
la mujer del viento le ha hablado en duermevelas;
no bien encuentre sus ojos, los besos de hielo le darán la contraseña;
y no transcurre ni dos días para encontrar a su ondina;
ella camina cerca del mar;
es temprano, va descalza,
el viento hondea una falda de gasa,
su cabello es largo como unos dedos de pianista,
él siente que el agua desaparece,
la boca se le seca,
es el deseo, y la lanza que busca cortar la carne;
ella lo mira y él vuelve al patio de la escuela,
es una maestra de ojos color almendra,
y un perfume de azucena,
es un chico de Obregón que ya sueña con llegar al mar.

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